De un tiempo a esta parte, ya no me atrevo a decir que soy bilingüe. No es que no me atreva, pero me da la impresión de que la palabra ha perdido todo su valor y que ya no tiene el significado ni la fuerza que tenía antes. En primer lugar, habría que analizar a qué nos referimos cuando hablamos de ser bilingüe. Creo que hoy en día hay cierta confusión acerca de lo que implica y pocos hacen un análisis riguroso de lo que realmente significa.
En mi humilde opinión, hablar un idioma con fluidez o a un nivel muy alto no es necesariamente bilingüismo. El bilingüismo auténtico sólo puede darse cuando uno está totalmente expuesto a o inmerso en al menos dos idiomas desde nacimiento o una edad MUY temprana, lo que te da la oportunidad de adquirir dos idiomas al mismo tiempo sin aprender fórmulas gramaticales, matices del lenguaje, etc. Básicamente, el cerebro lo asimila y retiene todo y es capaz de poner cierto orden. Es alucinante lo que puede hacer el cerebro de un niño. Algunos incluso manejan tres idiomas a la vez, dos en casa y otro en la guardería o cole, y se las arreglan perfectamente, porque el supuesto ‘aprendizaje’ ni se cuestiona. Escuchan, comprenden, hablan, leen y escriben. No hay más. Cuando empiezan a hablar, claro que confunden palabras o expresiones o mezclan idiomas, pero a largo plazo eso no es un problema. Con el tiempo, ese batiburillo desaparece.
Mi hermana y yo tuvimos esa suerte. Mi madre es inglesa pero fuimos a un colegio/instituto español. Nuestro día a día era una mezcla de español e inglés, y nuestros veranos, en un pueblecito inglés, empapándonos de los más British, y tan a gusto.
Me parece estupendo que haya un interés tan generalizado en que los niños (y no tan niños) de hoy en día se sepan desenvolver, como mínimo, en otro idioma que no sea el materno. Pero también creo que es complicado que un niño más mayor o un adulto pueda llegar a ser totalmente bilingüe. Puede alcanzar una fluidez envidiable pero difícilmente llegará a ser bilingüe, precisamente por ese proceso consciente de aprendizaje.
Por eso llamar al proyecto educativo de la Comunidad de Madrid, Programa Bilingüe, me parecen palabras mayores y tengo unas cuantas reservas. Pero ese tema mejor dejarlo para otro momento.